Ago
18
Volví al Capitán!
- POSTED BY Daniel Carrión IN escalada
Estoy muy feliz de regresar y tengo la idea de que el tiempo no ha transcurrido, me invade una mezcla de recuerdos alegres y llenos de sentimientos que han marcado mi vida.
Ahora el frío está muy fuerte y no para de llover, no hemos podido escalar el Capitán pero me he sentido muy bien escalando estas fisuras de la vieja escuela, que siempre me van a intimidar y cuando me controla el miedo y el estrés me pregunto, el porque escalar?… y la respuesta es muy simple: porque me gusta complicarme y para mí es el picantito que le pone el toque a la vida, porque me encanta sentir el estar en mis límites, que al final sólo están mi cabeza, porque la vida desde arriba es mucho mejor que desde el piso, porque desde pequeño descubrí que escalar me hace feliz y escalar es una de las cosas que me carga de energía y me desconecta del mundo donde no hay tiempo para perderlo, donde cada segundo que pasa es solo para mi y la rutina que tengo.
Antes de empezar este viaje tenía una lista de rutas que me gustaría escalar, pero me ha tocado acoplarme a como se han ido dando las cosas, hasta ahora van 7 días que no he parado, algunos días más tranquilos que otros, pero muy buenos días de escalada.
Me siento como en casa al estar en Yosemite, ahora me encuentro con Alan un buen amigo que hice hace 4 años, justo cuando él decidió que la escalada sea nuevamente el centro de su vida. Alan tiene 61 años, escaló el capitán en 1976, el Half Dome en el 78, es muy activo, tiene muchas historias de las rocas y no ha parado desde entonces, ha viajado por todo el mundo, está dedicado ha escalar y escribir sus experiencias. Lo que más admiro es que Él vive todos los días y no deja de disfrutar ni un segundo de su vida. Si quieren visitar su blog https://snorkelinginthesoup.wordpress.com/
8vo día, parece que el clima se puso un poquito mejor, voy a salir y ver si se puede escalar, bueno; no creo porque el viento se hace presente y de repente comienza a llover de nuevo, así es que mejor me acuesto y trato de dormir. Ya es tarde para escalar, dormí lo suficiente, el clima mejoró, mejor me voy a correr, me cuesta un poco tomar la decisión de correr pero Alan también se junta y nos vamos para Glaciar Point, son como 8 kilómetros de subida, una subida no tan pronunciada y no muy técnica pero el paisaje es increíble: bosque, rocas, agua, nieve y precipicios que siempre he visto en fotografías y ahora estoy sintiendo la libertad que soñaba al disfrutar de esas fotografías.
Van dos semanas, Christian y yo, ya no tenemos mucho tiempo para decidir cuando y en cuantos días queremos escalar El Cap, pero ya sé de qué se trata la ruta, así es que nos lanzamos para sacarla en dos días… un sleeping, un aislante, dos galones de agua, buena comida y un petate pequeño Black Diamond.
El primer día llegamos con tiempo de sobra hasta la bota largo 17 y no continuamos porque la repisa siguiente no es muy cómoda, así es que dormimos en Texas Flake. La noche pasó volando pese a que llovió y a que un ratoncito quería comerse nuestra comida, pero descansamos muy bien.
Al segundo día nos levantamos a las 5:45am, sabía que el día iba ha ser muy largo aunque tenía la esperanza de acabar temprano. El frío se presentó desde el amanecer y nunca paré de temblar, yo estaba con un buzo que abriga bastante, una camiseta, un plumón y un windstoper y pese a todo sentí muuuucho frío. Así fue todo el día, y en la noche fue peor, pero disfrute cada segundo, cada largo, cada movimiento, y siento una alegría porque estoy donde quiero estar. Llegamos a la cumbre a las 3 de la madrugada cansados y muertos de frío, la noche es muy estrellada y el viento no para de soplar solo quiero meterme en el sleeping y tratar de calentarme un poco y que venga el sol lo más pronto posible.
Al día siguiente bajamos del Cap, y siento como si fuera la primera vez que escalé The Nose. No recuerdo mucho como fue la primera vez, creo que al estar en mis límites y por el simple hecho de estar tan concentrado en lo que hago el tiempo pasa muy rápido y mi mente transforma ese momento en un sueño.
Por momentos me acuerdo algunas escenas de la primera vez que estuve aquí con el Hulk y de todo lo que hicimos, todo estuvo mal y todos esos mínimos detalles que no sabíamos se acumularon, y nos costó la cumbre del Capitán. Pero es el camino que me tocó tomar y que me enseñó mucho.
Aproveché al máximo todos los días y los últimos nos encontramos con Drew, un gran amigo que aprendió escalar en Ecuador hace 8 años, ahora el trabaja en Yosar el grupo de rescate de Yosemite, nos acompaña y nos lleva a nuevos sectores, y siempre la pasamos bien. Los días pasan muy pero muy rápido, y de repente ya es tiempo de regresar y ya estoy extrañando Yosemite, así es que escalo hasta que se abran mis dedos, yujuuuuuu
Ahora estoy en Ecuador y no voy a parar de escalar.
Daniel Carrión
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