Nov
27
Cerrando proyectos en la temporada de escalada 2013
- POSTED BY Jorge Gálvez IN montanismo
Por: Jorge Galvez Aramburu (Coqui), Embajador Tatoo
Son varias las veces que voy a una montaña antes de escalarla. Mucha paciencia y motivación son mi energía.
Esta vez regreso al Nevado Halancoma, aquí en la Cordillera de Urubamba, por tercera vez, pero no voy solo como en las otras dos oportunidades, esta vez me acompañan mis amigos, Simeón Tegel y Carlos Ly. El clima no está muy estable por estos días, sin embargo con mucho ánimo encontramos la ventana de buen tiempo que necesitamos para escalar la cara norte del Nevado Halancoma.
Tratamos de aproximar lo que más pudimos hasta conseguir un buen lugar protegido en el glaciar. La aproximación fue dura y más aún en las últimas 3 horas que ya no teniamos ayuda de nuestra titánica mula, quien porteó el material a cuestas sin respiro alguno.
Finalmente al final de la tarde con una luz hermosa pero con poca visibilidad, montamos el campo base en el glaciar del halancoma solo confiando que a la madrugada siguiente el buen tiempo nos acompañe.
Amaneció con poca visibilidad pero rápidamente se despejó todo. Decidimos avanzar y salir del primer tramo del glaciar abriendo huella en buenas condiciones de nieve dura y pocas grietas, lo que nos hizo avanzar rápido.
A las 5:15am salimos del primer tramo de glaciar y cruzamos una pedrera sólida y estable hasta la pala de nieve que nos condujo al segundo tramos del glaciar el cual nos llevó hasta la base de los últimos dos largos de roca vº bastante descompuesta e inestable lo que pone un poco alerta a la escalada. Escalé y donde traté de poner un seguro todo se vino abajo. Finalmente logre a escasos 10 metros de la cumbre montar una reunión bastante sólida lo que nos permitió reunirnos todos y ver con más claridad nuestra bajada.
Asegurados continuamos la escalada hasta la cumbre. Conseguimos con un tiempo despejado en su totalidad la cumbre norte del nevado Halancoma a las 11:45am. Aliviados de estar protegidos de la caída de rocas, en la cumbre montamos el primer rapel y empezamos el descenso.
Esta hermosa escalada al nevado Halancoma norte dejo un proyecto abierto sobre la mesa, conectar la cumbre norte con la sur. La ruta estaba vista, solo faltaba esperar el momento indicado y darle el pegue.
Esperamos unos días recargando energías a que el tiempo se ponga más estable ya que de bajada entró un mal tiempo que parecía quedarse unos días. Las comodidades de Llamapack Backpacker aquí en Urubamba son el complemento perfecto para esta situación.
Al publicar algunas fotos de la escalada a la cara norte muchos amigos se interesaron en el proyecto de conectar las cumbres y si apuntaron al plan, esta vez éramos dos cordadas de peruanos y franceses e incluso mi amigo Dominique Riva Roveda, quien llevó su tabla de snow para hacer el primer descenso en snowboard a esta hermosa montaña.
Animados a más no poder manejamos la camioneta por tres horas hasta Tastayoc, pueblo en donde empieza esta ruta. Llegamos con una lluvia muy suave a modo de garua la cual nos permitió preparar un cafecito antes de cargar las mulas. En dicho proceso la lluvia empezó, en cuestión de minutos estalló una tormenta que nos obligó a meternos dentro de la camioneta y minuto a minuto conforme aumentaba la lluvia, nuestro plan de escalada se terminaba. Al mal tiempo buena cara nos dijimos y continuamos. Así es la montaña, regresaremos cuando menos nos lo imaginemos.
Dos semanas después el tiempo mejoró y parecía quedarse así unos días más. Le comente a mi amigo Manolo Urquizo (El Nolo) y a Dominique Riva Roveda en ir a abrir una nueva ruta a la cara sur oeste del Nevado Capacsaya y sin lograr terminar de contarles el plan a Manolo y al Domi, se apuntaron y sin más, fijamos las fechas para la escalada.
El Nevado Capacsaya no registra escaladas como muchas otras montañas por aquí en la Cordillera de Urubamba Cusco, lo que lo hace más motivador e interesante. En dos anteriores oportunidades estuve buscando el acceso a esta montaña lo que nos daba una mejor idea de cómo ir y por donde. La morrena está descompuesta, todo se mueve. Muchas piedras sueltas y pasos expuestos delicados y más aún por el peso de las mochilas que llevábamos repletas de material para esta nueva aventura.
10 horas de dura aproximación nos llevó a una pequeña repisa de nieve blanda que llegaba hasta las rodillas, al pie de la pared de la cumbre sur del nevado Capacsaya. Armamos nuestra carpa y nos aseguramos un campo base de lujo. Nos hidratamos, charlamos y comimos el clásico menú de monte: tallarín con tuco (de sobre). Después de la cena, nos fuimos a descansar hasta el cafecito de las 5:30am al pie de vía.
Amaneció despejado y conforme avanzo la mañana se tapó un poco. Decidimos ir a la cumbre central del Capacsaya la cual se veía bastante buena. Había mucha nieve de días anteriores así que luchamos con nuestro propio peso en lo inestable de nuestro paso. Nos hundimos hasta la cintura y cada paso nos costaba el triple. Finalmente lo conseguimos y nos ubicamos en el largo de terreno mixto bastante suelto pero de muy bonita escalada: tramos aéreos, travesías en roca y mucha creatividad. Para superar el largo se presentó un diedro de roca de 25 mts hermosísimo.
El Nolo escaló este largo, la fisura era buena por partes y se dificultó la asegurada pero con todo continuamos, por partes en artificial y por otras en libre. El Nolo lo consiguió y montó una estación a prueba de bombas con unos puentes naturales que me permiten escalar el largo con toda la confianza. Ya a unos 12 mts de la cumbre superado el diedro la cosa se puso más fácil. Una escalada de IV grado nos llevó a la cumbre central del nevado Capacsaya. Contentos por la buena escalada, ya en la cumbre logramos divisar entre la niebla el acceso a la cara suroeste del nevado Pumahuanca lo cual nos llenó de motivación y ganas de volver a intentar esa hermosa ruta que ya teníamos en mente pero que no encontrábamos por donde entrar de manera segura.
Ahora la temporada parece que se acaba, el tiempo está cambiando y las lluvias se asoman con mayor fuerza. No pierdo la esperanza que alguna ventana de buen tiempo se dé en estos días aunque sea poco probable continuaré al asecho hasta lograr darle un buen y ultimo pegue al nevado Pumahuanca. Ya les iré contando.
Por ahora solo me queda compartir lo alucinante que es escalar y mejor aún rodeado de buenos amigos. Cruzo los dedos y quedo a la espera de unos días de buen tiempo. Ya les contare del intento al nevado Pumahuanca que espero sea en lo que nos queda de este año.
Gracias a Tatoo por siempre apoyar la aventura y estar presente en cada escalada.