Sep
09
Escalando en la Cordillera de Las Cascadas, estado de Washington, USA.
- POSTED BY Fernando Fainberg IN escalada | trekking
Como todos los años, este 2015 me tocó ir por mi trabajo en Tatoo Adventure Gear a una de las ferias de equipo Outdoor que se hacen en el hemisferio norte. Como el año pasado fui a Friedrichshafen, Alemania, este año fui a Estados Unidos a la Outdoor Retailer show en Salt Lake City. Fue una semana ardua, pues aunque parezca que es el paraíso para los amantes del equipo Outdoor, lo cierto es que se trabaja todo el día sin parar con reunión tras reunión. Pero bueno, lo mejor de estas ferias es que siempre puedo quedarme una semana después para ir a escalar o subir alguna montaña. Esta vez no fue la excepción.
Ya cuando supe que iba a ir, empecé a planear que hacer y para ello contacté a mis amigos Kevin y Carrie que viven en Seattle, estado de Washington. Mi idea era ir a la cordillera de las Cascadas (Cascade range) para subir el emblemático Mt. Rainier, pero el clima tan seco hacía complicado ir por la gran cantidad de grietas que se abren y lo complicado de pasarlas. Así que Kevin propuso un par de alternativas para esa semana que me parecieron excelentes.
Una era subir el Mt. Shuskan, de 2.783 metros y con glaciares en todos sus lados, una pirámide de roca que deja en la cumbre y un Trekking de aproximación por bosques de pinos y abetos que vale la pena caminar.
La otra sugerencia era escalar una emblemática montaña de roca ubicada en el Washington Pass (donde la carretera cruza la cordillera de las Cascadas), el Liberty Bell, un peñón de roca de 2.353 metros de altura, pero con paredes que van desde los 100 hasta casi 500 metros de caída vertical.
Quedamos en que como el clima estaba tan caluroso no iríamos al Mt. Rainier, así que partí a Seattle un domingo en la mañana desde Salt Lake City donde me iba a juntar con Carrie y Kevin para quedarme en su casa. Esa tarde cenamos y preparamos todo el equipo pues al día siguiente ya salíamos en dirección del Mt. Shuskan, que queda hacía el nor-este de Seattle.
Después de un par de horas de manejo y una parada obligada en la oficina del Park Ranger para pagar el permiso, llegamos al comienzo del sendero a media mañana. De una armamos las mochilas y partimos caminando. No habíamos andando más de 500 metros cuando nos topamos con una pareja de cazadores que venían de cazar un oso y en una mochila especial llevaban la cabeza colgando. Fue medio espeluznante ver esa imagen y fue el tema de conversación durante un rato. El sendero es muy marcado y va subiendo lentamente entre medio de un frondoso bosque y se demora bastante en subir y en empezar a tener algo de vista de lo que hay en los alrededores. Pasado un par de horas de caminata, llegamos a una subida bien pronunciada donde el sendero está más suelto y con las mochilas pesadas por el equipo se hace más difícil, así que llegamos jadeando al término de la cuesta y donde comienza un hermoso filo que va dejando ver el Mt. Baker y otras montañas lejanas, así como el lago Baker y parte del Mt. Shuksan.
Ahora ya sobre el nivel del bosque, el terreno se puso más alpino dando paso a pequeños arbustos y cada vez más rocas, hasta que después de un rato ya estábamos sobre buen granito sólido y metiéndonos al glaciar. Llegamos a un lugar que tenía un par de terrazas en la roca donde se podían armar las carpas. Yo me había comprado una Black Diamond Hilight , ultra liviana y resistente que encajó perfecto en ese pequeño espacio. Luego de descansar e hidratarnos, con Kevin partimos a ver el glaciar y por donde iba la ruta que íbamos a hacer al día siguiente. Esa tarde me dediqué a disfrutar de la vista y a descansar.
3AM y suena el despertador. Me levanto rápido y como tenía la mochila preparada, al poco rato estaba en la carpa de Kevin y Carrie para preparar un termo con té. Partimos remontando el glaciar hasta la sección que habíamos visto la tarde anterior y por donde se veía una huella, que seguramente era la ruta normal y que íbamos a seguir. Pasamos el primer sector de grietas y se veían sin problema, así que seguimos sin encordarnos. En una hora estábamos en el plateau superior donde había más grietas y tuvimos que hacer un buen desvío para sortearlas. En dos horas estábamos bajo el glaciar que viene desde la pirámide cumbrera y ahora si nos encordamos, pues la ruta va por entre medio de bastantes grietas y algunas todavía estaban semi tapadas.
Llegamos sin novedad al borde de la roca y dejamos el equipo de nieve y Kevin y Carrie se calzaron sus zapatillas de escalada. Yo las había olvidado, pero más allá de un par de pasos, no fueron necesarias ya que mis botas Lowa Mt. Expert (espacio publicitario 2) son espectaculares, con mucho agarre y pueden escalar sin problemas.
Kevin fue de primero los tres largos de la ruta, que va completamente por el filo este, sobre el canalón de la ruta normal o “gully” y que va por buena roca aunque con poca protección. La escalada es fácil y se hace muy disfrutable. Llegamos a la cumbre una hora después de empezar a escalar. Desde la cumbre se ve otro promontorio de roca que da la impresión de ser más alto o por lo menos similar, así que partí a subirlo y así asegurarme de estar en la cumbre. A esa hora había bastante viento, así que tomamos unas cuantas fotos y a bajar se ha dicho. Tres rapeles más tarde estábamos desescalando los últimos tramos y llegamos de vuelta al punto de partida. Ponerse los crampones y comenzar a bajar, esta vez desencordados ya que sabíamos muy bien por donde ir y la huella estaba muy marcada por los otros grupos que ya habían comenzado a llegar al tramo de escalada. Como siempre la caminata de vuelta se hace larga y tediosa, más aún cuando la temperatura ya se empinaba sobre los 25° y llegaría a más de 30°.
Esta montaña tiene unas vistas increíbles, pero un cambio en el viento trajo todo el humo de los grandes incendios forestales que esta temporada están azotando todo el estado de Washington y nos impidió ver todo lo que había alrededor.
Llegamos a media día al campamento y a desarmar todo y partir de vuelta de inmediato, pues nos quedaban varias horas de Trekking y necesitábamos llegar a Washington Pass para encontrar nuestro lugar de campamento cerca del Liberty Bell, nuestro desafío para el día siguiente.
Yo estaba raja pues no había descansado nada de la última semana de la feria que fue agotadora, así que dormí casi todo el viaje en auto, pasamos a cenar (a las 5PM) un restaurant a orillas de la carretera donde estaba como zombi y luego seguir durmiendo hasta llegar a nuestro campamento (Lone Fir campground), que es una de las muchas zonas de camping con sitios, estacionamientos, una mesa y baños cerca del Liberty Bell. Armar carpas y dormir porque al día siguiente partiríamos temprano a escalar el Liberty Bell por su ruta más clásica y la que siguió el primer ascensionista Fred Beckey en los años 40.
El Liberty Bell y los Early Winter Spires tienen rutas increíbles, algunas hasta 5.13 y de más de 400 metros. Estas rutas van en su mayoría por la parte norte de estas montañas. Nosotros íbamos a subir la mucho más fácil y corta Beckey route, un 5.7 II que se hace remontando unos canalones que bajan por el lado sur de la montaña.
El Trekking de aproximación es el mismo a un lago cercano (Blue lake) y como a la hora de caminata se separa y comienza a subir rápidamente. Al poco rato ya estábamos dentro de uno de los canalones que sube por entre paredes de granito anaranjado y que por sí solo son espectaculares. Una hora más de subida y ya estábamos en la base de la ruta, donde compartiríamos con tres cordadas más. Nosotros éramos los terceros de la lista y los primeros eran un grupo guiado que estaba terminando un curso de montañismo. Ese grupo era muy lento e iban cometiendo algunos errores (recién en el final del curso y en una ruta tradicional de 200 metros les iban a enseñar a rapelar) lo que nos hizo compartir en las reuniones con el segundo grupo, que eran tres jóvenes escaladores buenos para la talla y con quienes nos reímos bastante.
Yo fui de primero el primer largo, que era muy fácil y casi se podía hacer en libre. Kevin lideró el segundo, donde hay que meterse en una chimenea media incómoda pero que sale fácil. Luego volví a puntear el tercer largo, que es el más entretenido, con un par de fisuras “Layback” con movimientos tipo dulffer. Armé una reunión un poco antes de llegar al último tramo que se hace en libre, pues la parte más complicada es un Boulder 5.7 de cuatro metros que no se puede proteger. De ahí una trepada a la cumbre, desde donde se tienen vistas increíbles a las demás torres vecinas, la Concord tower, Lexington Tower y los Early winter spires. Lo malo fue que estaba lleno de moscas y mosquitos, así que tuve que salir rápido de ahí. Además, un par de truenos anunciaban una tormenta eléctrica justo arriba de nosotros.
Como el grupo del curso de montañismo estaba empezando a rapelear (y no sabían mucho) y se demoraban demasiado, desescalamos hasta el segundo rapel y desde ahí hicimos dos rapeles cortos y llegamos a la base de la pared. Recuperar las cuerdas y guardar todo rápidamente para salir del canalón antes de que empezara a llover. El timing estuvo bastante bueno y ya estábamos saliendo de los canalones cuando se puso a llover bastante fuerte. Por suerte duró poco y cuando ya estábamos en el sendero en medio del bosque, volvió a salir el sol y pude secarme, pues no tenía más ropa para recambio. En esa pasada nos encontramos con unas cabras montañesas que son de cuidado, hace un par de años una dio muerte a un guía de una cornada, y se sabe que son bastante agresivas.
Esa tarde fuimos a cenar a Winthrop, un pueblo que parece temático del Oeste americano que queda a una media hora del campamento y donde comimos unas hamburguesas muy buenas.
Al día siguiente, volver a desarmar todo en la mañana para partir de vuelta a Seattle. El regreso lo hicimos más turístico y nos fuimos por la costa para pasar a ver unos miradores (estaba nublado y se veía bien poco) y el Deception Pass, un paso angosto donde el mar entra con mucha corriente y es un lugar muy turístico y bonito. Llegamos a Seattle en la tarde para ducharnos e ir a cenar a un pub irlandés muy bueno y que quedaba cerca de la casa, así que pudimos ir caminando.
El viernes fue el día de conocer Seattle, una lluviosa visita al centro y al mercado principal seguida de una parada en un pub local para capear la lluvia mientras veíamos la final de la recopa de España entre el Barcelona y el Athletic. Me sorprende lo mucho que ha entrado el futbol en la cultura americana y hoy es uno de los deportes favoritos de los gringos. Terminamos la visita en el mirador de la Space Needle, una torre de 200 metros que es un ícono de la ciudad.
Al día siguiente (sábado) tenía que estar a las 6Am en el aeropuerto para tomar el avión a Salt Lake City donde tomaría otro avión a Houston donde tomaría el vuelo que me dejaría en Santiago alas 10Am del domingo. Esa fue una larga jornada y terminé más cansado que los días en la montaña.
Y el lunes de vuelta a Tatoo a trabajar de nuevo!
Equipo recomendado:
- Lowa Mt. Expert GTX® Evo: Excelente zapato para alpinismo y alta montaña, muy cómodo aunque se use con crampones y con gran agarre en roca.
- Scarpa Ignite: Buenísima zapatilla de trail running pero que puede ser usada como zapato liviano de trekking o de approach. Mucho agarre en roca incluso húmeda, buena ventilación y de secado muy rápido.
- Black Diamond Hilight Tent:Muy buena carpa para una o dos personas, ultra liviana y muy resistente. Fácil de armar, entra en espacios pequeños y es muy respirable.
- Scarpa Helix: Zapatilla ideal para escalada tradicional o de hartos largos, es cómoda para usarla todo el día pero tiene buen agarre y permite escalar muy bien.
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